Daniel Jackson, un joven australiano hoy de 20 años, es el fundador y presidente autoproclamado de la República Libre de Verdis, una micronación oficialmente declarada el 30 de mayo de 2019 en una franja no reclamada entre Croacia y Serbia, conocida como “Pocket‑3”. Originario de Melbourne, con padres británicos, Jackson se inspiró siendo apenas un adolescente, junto a un grupo de amigos, cuando descubrieron esta parcela al margen del Danubio que no había sido reclamada por ninguno de los dos países tras la disolución de Yugoslavia.

Verdis tiene una bandera con franjas azul pálido y blancas, recuerda la estética de Argentina, y cuenta con una constitución, gobierno provisional, gabinete y hasta una moneda. A la fecha, de unas 15,000 solicitudes de ciudadanía, aproximadamente 400 han sido aceptadas.

Inspirado en iniciativas como Liberland, Jackson sostiene que bajo el principio del terra nullius (territorio sin dueño), el primer reclamo activo tiene derechos legítimos —caso en el que Verdis quedaría como legítimo dueño— ya que, según él, ni Croacia ni Serbia han reclamado oficialmente la franja. Sin embargo, Croacia lo expulsó de la zona en 2023, impidiéndole el acceso y prohibiéndole regresar; por su parte, Serbia no se ha pronunciado oficialmente.

Visión ecológica, humanitaria y digital. Aunque Verdis nació como un experimento adolescente, la visión evolucionó: el proyecto apuntaba a una micronación ecológica, humanitaria y de soberanía digital, con énfasis en energías renovables, ayuda humanitaria (incluido apoyo a Ucrania) y gobernanza transparente. Jackson incluso ha mencionado su deseo de que Verdis participe en concursos como Eurovisión y de abandonar la presidencia si logra reconocimiento estatal.

Gobierno en el exilio. La administración actual opera desde el exilio, principalmente en el Reino Unido. El sitio oficial del mandatario detalla su labor desde que asumió el cargo en mayo de 2019 y señala que, tras su expulsión en 2023 por parte de Croacia, el gobierno provisional continúa activo desde fuera del territorio.

La historia de Daniel Jackson y la República Libre de Verdis representa una de las iniciativas más audaces del micronacionalismo moderno: una combinación de idealismo juvenil, activismo digital y utopismo ecológico. Aunque carece de reconocimiento internacional y control territorial efectivo, Verdis ha capturado la imaginación global como un símbolo de soberanía digital y humanitaria en medio de una disputa fronteriza.


Fuente: La información fue elaborada con base en artículos recientes y verificados sobre Daniel Jackson y la micronación Verdis (The Guardian).

Por Por Redacción / PV

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