El secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, afirmó que la pausa anunciada por Estados Unidos en la emisión de visas para transportistas no afectará a los camioneros mexicanos. De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), los conductores de carga en México utilizan principalmente la visa tipo B, contemplada dentro del marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), por lo que están exentos de la restricción.
La medida estadounidense, anunciada como parte de un endurecimiento en su política migratoria, se enfoca en suspender temporalmente la emisión de visas tipo E y H, utilizadas por trabajadores con empleos especializados o con vínculos empresariales, con el argumento de prevenir prácticas de cabotaje —es decir, el transporte comercial dentro de Estados Unidos por parte de empresas extranjeras.
Además de este anuncio, las autoridades estadounidenses comunicaron nuevas condiciones para los solicitantes de visas, residencia o ciudadanía, entre las que se incluye la necesidad de demostrar “buena moral” y “valores estadounidenses”. Esta nueva política ha sido interpretada por diversas organizaciones como una forma más estricta de filtrado migratorio.
La cancillería mexicana reportó que desde enero se han realizado 6,326 visitas consulares a centros de detención en Estados Unidos, en las que se han detectado problemáticas como retrasos en audiencias migratorias y falta de acceso a servicios médicos. Según cifras oficiales, desde el inicio de la administración Trump, un total de 82,490 mexicanos han sido repatriados, de los cuales 47,594 recibieron asistencia por parte de los consulados.
Con miras al Mundial de Fútbol 2026, que tendrá como una de sus sedes a Estados Unidos, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció un control más riguroso en el otorgamiento de visas para turistas internacionales. Por su parte, el presidente Donald Trump señaló que el proceso de visado será facilitado para algunos países y endurecido para otros, sin precisar detalles.
De forma paralela, el Departamento de Seguridad Nacional inició la revisión de más de 55 millones de personas con visas vigentes, con el fin de detectar violaciones migratorias que podrían derivar en la cancelación de documentos y procesos de deportación. Esta acción ha generado inquietud entre comunidades migrantes y visitantes con planes de asistir al Mundial.
La FIFA, por su parte, minimizó el posible impacto de estas políticas migratorias sobre sus torneos, asegurando que se mantendrán coordinaciones para facilitar el acceso de aficionados.
Fuente:
El Imparcial