Una nueva revisión sistemática y meta‑análisis publicada en The Lancet Public Health analizó datos de más de 160,000 adultos en 57 estudios realizados entre 2014 y 2025, concluyendo que alcanzar aproximadamente 7,000 pasos al día se asocia con mejoras sustanciales en la salud general. Comparado con quienes caminan apenas 2 000 pasos por día, lograr 7 000 pasos reduce el riesgo de mortalidad por cualquier causa en un 47 %, las enfermedades cardiovasculares en un 25 %, la demencia en un 38 %, la depresión en un 22 %, el cáncer en un 6 %, la diabetes tipo 2 en un 14 % y las caídas en un 28 %.
El popular objetivo de 10,000 pasos proviene de una campaña de marketing japonesa en los años sesenta, no de evidencia científica sólida. Además, los beneficios de salud parecen estabilizarse más allá de los 7,000 pasos diarios: caminar más allá ofrece temperaturas adicionales menores, salvo en algunos casos como reducción adicional de riesgo de diabetes o ciertos cánceres.
Expertos recomiendan enfocarse en la constancia, especialmente para personas con estilos de vida sedentarios o con condiciones crónicas. Incrementar de 2,000 a 4,000 pasos diarios ya aporta beneficios. Además, rutinas como el llamado “reto 6‑6‑6” —60 minutos de caminata estructurada, incluyendo seis minutos de calentamiento y enfriamiento— facilitan la implementación diaria y favorecen la adherencia.
En suma, caminar 7,000 pasos al día representa un objetivo realista y eficaz, fácil de integrar en la rutina diaria —como desplazarse a pie, subir escaleras o caminar durante pausas— y con comprobados efectos en la reducción de mortalidad y enfermedades crónicas. Para quienes no pueden alcanzar esa meta de inmediato, incluso caminar un poco más cada día ya puede empezar a marcar diferencia.