El desierto de Sonora es considerado uno de los ecosistemas más extensos y biodiversos del planeta. Abarca territorio de México y Estados Unidos, con más de 310 mil km², y se caracteriza por temperaturas extremas que pueden superar los 50 °C en verano y descender bajo cero en invierno.
A pesar de estas condiciones, la región alberga especies únicas adaptadas a la aridez. Entre ellas destaca el sahuaro gigante, cactus que puede alcanzar hasta 15 metros de altura y vivir más de 200 años. También se encuentran mamíferos como el borrego cimarrón, venados bura y el murciélago magueyero, vital para la polinización.
Los pueblos originarios, como los seri y tohono o’odham, han desarrollado conocimientos para sobrevivir en este ambiente: utilizan el fruto del sahuaro para elaborar jarabes, las fibras del mezquite como material y las semillas de pitaya como alimento.
Hoy, el desierto de Sonora es también un atractivo turístico y científico, pues representa un laboratorio natural donde se estudia la resiliencia de la vida frente a condiciones extremas.