portrait photo of a skeleton in sunglasses and wigPhoto by Andrea Piacquadio on <a href="https://www.pexels.com/photo/portrait-photo-of-a-skeleton-in-sunglasses-and-wig-3756616/" rel="nofollow">Pexels.com</a>

La ciencia no solo explica grandes fenómenos, también revela detalles cotidianos de nuestro cuerpo y del mundo que a menudo pasamos por alto. Algunos de estos hechos pueden parecer increíbles, pero están sustentados por décadas de investigación. Aquí te compartimos algunos de los más sorprendentes:

Para empezar, al nacer, los humanos tenemos alrededor de 300 huesos. Sin embargo, a medida que crecemos, muchos de ellos se fusionan, especialmente en el cráneo y la columna vertebral, hasta quedar en 206 huesos en la edad adulta. Esta evolución facilita la protección de órganos vitales y mejora la estabilidad estructural del cuerpo.

Otro dato asombroso: el cuerpo humano tiene células nerviosas tan largas como un metro y medio, conocidas como neuronas motoras. Estas células conectan el cerebro con músculos distantes, como los de los pies, y transmiten señales eléctricas a velocidades de hasta 400 km/h.

¿Y qué pasa con la piel? Es el órgano más grande del cuerpo humano, con una extensión de aproximadamente 2 metros cuadrados en un adulto promedio. No solo nos protege, también regula la temperatura y permite el sentido del tacto. Se renueva constantemente: cada minuto perdemos entre 30 y 40 mil células muertas de la piel.

En el plano digestivo, la ciencia también asombra. El intestino delgado mide entre 6 y 7 metros, y si se desplegara completamente, tendría un área de absorción similar al tamaño de una cancha de tenis. Esto se debe a su superficie interna recubierta de diminutas vellosidades que capturan nutrientes de manera eficiente.

Además, cada persona produce en promedio 25 millones de nuevas células por segundo, lo que equivale a regenerar casi un cuerpo entero en solo unos meses. Mientras tanto, el corazón late más de 100 mil veces al día, bombeando cerca de 7 500 litros de sangre en 24 horas.

Incluso en el espacio hay curiosidades científicas que afectan lo biológico. En gravedad cero, los astronautas no pueden eructar normalmente, ya que sin gravedad los gases no se separan de los líquidos en el estómago. Por eso, los alimentos para misiones espaciales son cuidadosamente diseñados para evitar molestias digestivas.

Estos datos muestran que la biología es mucho más que una materia de escuela: es una fuente inagotable de maravillas. Entender cómo funciona nuestro cuerpo no solo genera curiosidad, sino también conciencia sobre nuestra salud y bienestar.

Por Por Redacción / PV

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